jueves, 3 de marzo de 2011

Ética Periodística

Por Charys Melo. Matricula: 2007-0504

Año tras año más de cuatro universidades en Rep. Dom. gradúan miles de estudiantes de comunicación social o de periodismo, me pregunto, pues, si al recibir el titulo que nos hace licenciados, sabremos la responsabilidad que estamos asumiendo, sin contar que en este siglo XXI, una licenciatura es tan solo uno de los primeros pasos de un bebe que aun está en pañales.

¿Qué piensas hacer cuando te gradúes? Es la pregunta que más se suelen hacer los estudiantes en sus andares universitarios. Unos meses después, tal vez, dos o tres de cada cien estudiantes estén ejerciendo la carrera, ¿con ética? Probablemente el o la joven salió con el concepto muy claro, pero cabe preguntarnos entonces, a qué realidad se enfrentó. Evaluemos pues de que estamos hablando, en pleno siglo XXI, momento en el que instituciones, públicas y privadas, están siendo cuestionadas.

En EEUU en la década de los setenta, durante el mandato de Richard Nixon, ocurrió el famoso escándalo watergate (nombre de un grupo de oficinas del Estado). Tras una investigación, en la que la prensa jugó un papel primordial, se revelaron serias anomalías ejecutadas por Nixon y su equipo, incluyendo crímenes y abusos que, a su vez, incluían fraudes en la campana, espionaje político y sabotaje, instrucciones ilegales, auditorias de impuestos falsas y por si fuera poco se descubrió un fondo secreto en México desde el cual se pagaba para la realización de estas operaciones.

Nixon y su equipo intentaron ocultar el allanamiento, dos años más tarde, las partes
investigativas reunieron pruebas contundentes que, finalmente, permitieron desenmascarar la practica deshonrosa del presidente y su equipo; después de un juicio Nixon se convirtió en el único presidente de EEUU en renunciar a su cargo. Por citar periodistas nuestros, Narciso Gonzáles, en 1994, en la recta final del Gobierno del entonces presidente Joaquín Balaguer, publicó un artículo en donde señalaba razones por la cual este ex-presidente era lo más perverso que había existido en la patria, misteriosamente trascurrido un tiempo, Narcisazo desapareció. Pero si hacemos un viaje más atrás en la historia, nos encontramos con que en los famosos 12 años del extinto líder del partido reformista (1966- 1978), otro periodista que llevaba por nombre Orlando Martínez, en su preocupación por desempeñar un papel con profunda ética en su ejercicio periodístico, denunciaba las afrentas ocurridas en estos gobiernos. Fue asesinado de manera cruel en los alrededores de su residencia.

Son tan solo 3 casos de muchos, donde periodistas se han arriesgado en defensa de los intereses comunes de una sociedad que grita no “a la desinformación y no la información falsa”, por lo tanto, son casos donde periodistas han enarbolado los principios que sus labores demandan. Hoy día ciertamente el ejercicio periodístico no escapa a cuestionamientos, sin embargo, con ética o sin ética usted y yo lo sabemos: el periodismo es hoy día el cuarto poder en el mundo.

Desde la esquina donde me encuentro haciendo la catarsis que provocan ciertas situaciones, permítanme tan solo comentarles, que ese cuarto poder puede ser bien o mal utilizado: Si a una personalidad no le interesa que se sepa una información que puede afectar su imagen, opta, pues, por que se afecte su conciencia, si de pronto la tiene, entonces paga para que la información sea maquillada u ocultada. ¡Vaya! Ahí el periodista que teniendo en mano la potestad que le da su profesión, empeña la tinta y brinda una información manejada a un precio bochornoso. Sin embargo, para quienes nos apegamos a los valores y principios no hay razón por la que vendamos la ética, el deber y el compromiso social; decir lo que tengas que decir sin intercambiar principios por papeletas; entonces hablamos del poder del periodismo para denunciar, de no callar, de protestar, de hacer ver lo oculto.

Entendiendo que no podemos dar la espalda a las realidades económicas de los países tercer mundistas, validamos reconocer que cuando el periodista recibe la oportunidad de trabajar en un medio, no solo abraza la posibilidad de ejercer su profesión y lo que le apasiona, sino también la de recibir la remuneración que le permitirá el sustento propio y el de su familia. En primera instancia no pensará que tendrá que estar ajustado a los intereses de un medio y que su información debe pasar por un colador, que deja en su recipiente todo lo que no siga la línea trazada por aquel que, periodista o no, es el dueño del medio.

Chomsky y Ramonet, en su libro "Como nos venden la moto", explican que “la impresionante capacidad efectiva de influir y manipular hace de los medios de conminación un bocado exquisito para el poder económico, de tal forma que se suceden las fusiones y las compras de medios, muchos de ellos a manos del mundo de las finanzas. La información es una mercancía”. Esto afirma que muchas veces aunque el periodista desee apegarse a la ética esta en cierto modo sujeto a la censura del medio, dominado por empresarios, que defienden los intereses de una clase económica alta.

Definitivamente resulta difícil hablar de la ética hoy día en que la información no escapa al capitalismo, en que no hay medios puramente independientes, de partidos y de grupos económicos. Qué estamos dejando a los periodistas que saldrán de las universidades, que se nos puede decir. Aquí la solución más acorde sería la de buscar la forma de ingreso y entonces sacar su propio medio, que aunque pequeño, le permita ejercer con ética, eso sí, aceptando con esto todos los riesgos que implica.

Hoy el reto periodístico ya no es solo de que no haya amenazas y muertes por las declaraciones y denuncias de lo incorrecto, es también lograr la independencia de poderes económicos y que nazcan seres dispuestos a cambiar nuestras realidades, aunque sea con el puño de arena que tienen en sus manos.

!Adelante jóvenes periodistas, no os apaguéis la llama que arde en vosotros y que os mueve a cumplir con el deber. La felicidad viene dada por muchos detalles y complementos y no habrá mayor felicidad que la producida por la satisfacción del deber cumplido!.

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